Priscilla la ruffera Priscilla chupa la polla en una tienda de comestibles de que su hijo se haya echado una novia, y por ende, un padre que es un verdadero hijo. Pero lo cierto es que esta mujer tiene un cuerpazo y unas tetas enormes, y cuando ela quiere algo con él, lo consigue. El hombre no puede evitar ponerse cachondo al ver como la madre se pone a cuatro patas en el sofá, y le pide que se saque las tetitas para darle una buena probada a sus pechos. Le chupan los pezones mientras ela juega con sus pezones, y luego se ponen a folar bien rico.