Follar a una china Ivy Stone se inclina para follar a cuatro patas con una gran polla no tiene precio porque está madura tiene un vicio que no tiene fin y su coño es una fuente de placer inagotable. Por suerte para esta zora, le pagan bien porque su amante se ha puesto una pola de plástico y la ha puesto a cuatro patas con la intención de que se la fole bien. El tío cumple con la fantasía de la zora, que se pone de rodilas y se pone a comer pola, mientras que su amante no deja de grabarla en primera persona para que la vea más tarde cuando se fole a la puta.