Ibague Cogiendome mi amiguita joven de ibague ando por la ciudad, pero al ver a esta madurita me puse muy caliente. Tenía unas enormes tetas que siempre se veían tan grandes como sus piernas. En cuanto pude la seguí hasta su casa, y cuando legamos me dijo de hacer el sexo con ela, ya que yo estaba casado, pero no lo sabía. Se desnudó completamente mientras le comía todo mi rabo, y luego se puso encima para cabalgar sobre mi pola. Al final se dio cuenta de lo mucho que disfrutaba la zora, así que continué dándole duro en essa posición.