La monja calentona Hermosas bronceadas juegan juntas al aire libre , se le va de las manos y acaba comiéndose la pola de su noviciado, Una sensual colegiala, muy guapa y sobre todo, un vicio tremendo con un vicio incontrolable. Lo que ocure a menudo es que cuando va al convento y se topa con el noviciado de turno, lo primero que ve en ela es un bulto bien rico. Un enorme rabo, una cosa bien gorda que la zorita tiene que chupar antes de ser penetrada. El hombre, como suele ser habitual en ela, aprovecha la oportunidad para darle fuerte en ese jugoso coño de monja cachonda.