Los huevos de cleopatra LIBERAME , La morenaza tetuda se pone de rodilas y se come el enorme polón de su amante, pajeándolo con sus dos manos hasta dejarlo bien erecto. Tras una buena mamada el goloso se monta encima y trota como un cabrón, gimiendo sin parar mientras ela goza como una pera en celo, notando como su coño chorea al máximo, culminando la folada con una Corrida sobre su boca.