Soy maestro albañil y busco trabajo esposa caliente en el campo, pero no me gusta trabajar con la construción de edificios ni que se lo hagan a las mujeres. Por eso decidí contratar a una chica para ayudar a mover la obra de su casa, pero al ver como estaba vestida me puse muy caliente. Al verla me puse muy cachondo y comencé a tocarla y desnudarla, hasta terminar folándomela sobre la cama mientras ela gozaba como nunca en toda mi vida.