Tumba la casa Helga Line – El terror se levanta de la tumba (1973) es grande, y cuando la madre se va a trabajar, se encuentra con un amigo de su hijo que está dispuesto a ayudarla. El chico le dice al amigo de su hijo que se quede en el sofá, así que él aprovecha para manosearla y toquetearle las tetas. Le pide que se saque la pola, y la madre no tarda nada en metérsela en la boca. Se ponen a folar ahí mismo en el sofá, y los tres acaban teniendo una experiencia única, en la que él destroza a su madre por toda la cocina.