Una esposa traviesa con sus bragas rojas tuvo un muy buen sexo con su marido en medio del amanecer, a la traviesa le encanta tener un sexo ligero y suelto para dormir, su marido es un marmanjo que trabaja por la noche y sólo llega a casa tarde al amanecer, cuando el niño llega a casa su esposa ya está dormida pero la maldita se despierta caliente para atornillar, disfrutar y volver a dormir. El perro acaba de tirar sus bragas rojas a un lado y el marido le puso la polla en ella.